Kim Vogel (1980) vive y trabaja en Uganda desde 2006.
En los Países Bajos estudió para ser profesora de danza y ejerció esa profesión durante varios años tras finalizar sus estudios. Pero quería más. Quería ayudar a personas en el extranjero.

A través de la organización de voluntarios «Kids World Wide», llegó a un proyecto escolar en el sur de Uganda. En la escuela primaria St. Pauls Kaaso, ayudó a una pareja que había fundado la escuela cinco años antes. Tenía su propia habitación y daba clases de ballet a los niños.
Además, ayudaba a la gente de la cercana Kabawanga cuando era necesario.

Al principio, Kim pensaba quedarse un año, pero le gustó tanto que en 2007 se mudó a una casa cerca de la escuela. Allí se hizo cargo de varios niños maltratados y abandonados. Algunos los han adoptado. Incluso en 2025, todavía se le pide regularmente que ayude cuando se encuentra un bebé abandonado.

Cuando un bebé o un niño enfermaba, acudía al Kyotera Medical Centre, un hospital local situado cerca de la escuela. Allí conoció al doctor Katwiire Ambrose.

Gracias a patrocinadores y fondos, en 2011 el doctor le dio a Kim la oportunidad de crear una unidad para niños con desnutrición grave (Nutrition Unit) en el hospital. Algo así aún no existía. En 2025, la unidad se ha ampliado y ella es la coordinadora.

En 2012, Kim compró un terreno en el que puso en marcha una granja de demostración. Se le dio el nombre de Bivamuntuyo. Bivamuntuyo significa literalmente «viene del sudor», es decir, «el trabajo duro da sus frutos». El objetivo era y sigue siendo apoyar al departamento para niños desnutridos con los ingresos obtenidos.

Los miembros de la comunidad pueden trabajar en la granja, asistir a talleres y recibir asesoramiento nutricional.
A lo largo de los años, la granja se ha ampliado con una modesta fábrica de mantequilla de cacahuete.

Además, gracias a donaciones y patrocinadores, en 2024 se construyó una pequeña escuela donde las madres pueden asistir a cursos de costura y peluquería. También reciben clases prácticas de agricultura y se les enseñan habilidades sociales. El objetivo es que las madres puedan crear más adelante su propio negocio para poder ganarse la vida.

En 2025 se fundó en los Países Bajos la «Fundación BIVA». Esto permite a Kim dedicarse más a su trabajo práctico, mientras que la fundación se encarga del apoyo.

Actualizado: septiembre de 2025